Un equipo de investigación del Instituto Español de Oceanografía ha constatado que el Mar Menor es uno de los reductos de la nacra en el litoral mediterráneo español. Esta es una de las principales conclusiones extraídas de la duodécima campaña del LIFE INTEMARES, que ha finalizado esta semana. Este molusco endémico del Mediterráneo ha sufrido eventos de mortalidad masiva causados por un parásito nuevo para la ciencia, que ha llevado a la especie a una situación crítica.
Un equipo de investigación del Instituto Español de Oceanografía ha constatado que el Mar Menor es uno de los reductos de la nacra en el litoral mediterráneo español. Esta es una de las principales conclusiones extraídas de la duodécima campaña del LIFE INTEMARES, que ha finalizado esta semana. Este molusco endémico del Mediterráneo ha sufrido eventos de mortalidad masiva causados por un parásito nuevo para la ciencia, que ha llevado a la especie a una situación crítica.
Durante la campaña, se ha evaluado el estado de las poblaciones de nacra en cuatro zonas de la laguna que contaban con individuos vivos en 2019. Los censos en estas zonas revelan la permanencia de nacras vivas, así como un aumento en la salinidad de las aguas, que podría estar actuando como un escudo protector frente al patógeno.
Con el objetivo de reforzar las poblaciones existentes, también se han instalado 45 colectores de larvas por toda la laguna. Cuando los juveniles recolectados en otoño alcancen una talla óptima, se llevarán a cabo labores de resiembra en el medio.
La labor de evaluación de la nacra en el Mar Menor también se desarrolla en el marco de las acciones de seguimiento asociadas a las Estrategias Marinas en España. En concreto, el equipo del centro oceanográfico de Baleares del IEO (COB-IEO) ha llevado a cabo biopsias a individuos de Pinna nobilis del Mar Menor para determinar la presencia del protozoo causante del evento de mortalidad masiva.
Los análisis genéticos llevados a cabo por investigadores del LIMIA (Govern Balear) revelan la no presencia de este patógeno en las nacras del Mar Menor, que si estaba en la campaña previa de noviembre de 2019. Por otro lado, también se han instalado colectores larvarios en Cabo de Palos e Isla Grosa, en Murcia, para evaluar el potencial de autorrecuperación de la especie en la demarcación levantino-balear, entre otras actuaciones.
Con la información obtenida, se seguirán poniendo en marcha medidas para salvaguardar esta especie declarada en situación crítica en junio de 2019 por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, siempre en colaboración con organismos de investigación y otras administraciones nacionales y regionales.
La nacra (Pinna nobilis), especie única en el Mediterráneo, vive principalmente en las praderas de Posidonia oceanica, donde encuentra el hábitat óptimo para anclarse al fondo, camuflarse ante los posibles depredadores y protegerse de las corrientes marinas. En la laguna del Mar Menor habita en sustratos arenosos al tratarse de una zona con menos corrientes. Desafortunadamente, desde 2016 esta especie se ha visto afectada por la propagación en el Mediterráneo de un protozoo de origen desconocido que destruye las células de su aparato digestivo, provocando su muerte por inanición.
El LIFE INTEMARES avanza hacia un mejor conocimiento de las áreas marinas protegidas, con el objetivo de lograr una gestión eficaz de los espacios marinos de la Red Natura 2000.
La Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico coordina este proyecto integrado, en el que participan como socios la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del propio ministerio, el IEO, CEPESCA, SEO/BirdLife y WWF-España. Cuenta con la contribución financiera del programa LIFE de la Unión Europea, entre otras fuentes de financiación.
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