Diversos yacimientos neolíticos han conservado restos de lapa ferrugínea (Patella ferruginea), un molusco endémico del Mediterráneo que desde la antigüedad ha servido como fuente de alimento y objeto decorativo. Sin embargo, desde el siglo XX este invertebrado marino ha sufrido una importante regresión y hoy en día se encuentra en peligro de extinción.
La lapa ferrugínea ha quedado relegada al sector occidental de la costa norteafricana y al sur de España, Córcega y Cerdeña. En España ya sólo se localiza en puntos aislados de Cádiz, Málaga, Granada, Almería, Murcia, Ceuta y Melilla, si bien en la antigüedad se distribuía de manera uniforme desde el Cabo de Gata hasta el Estrecho de Gibraltar.
Sus poblaciones habitan en sustratos rocosos del Mediterráneo occidental situados por encima del nivel de mar, en la zona intermareal, la franja de la costa afectada por las mareas.
La lapa se adhiere completamente a la roca, tanto para resistir el embate de las olas, como para evitar la desecación durante los periodos en los que permanecen expuestos al aire. Son tan accesibles que la convierten en una presa fácil. Aun así, para despistar a sus posibles depredadores, los ejemplares adaptan la concha a las irregularidades de la roca. De hecho, una de las singularidades que la distinguen de otras lapas es su concha, formada por unas costillas radiales muy marcadas y el borde festoneado. También es característico su color ferruginoso, origen de su nombre.
De crecimiento lento, algunos ejemplares han superado los 30 años de edad. Además de longeva, se trata de la lapa más grande de las costas europeas y puede superar los 10 cm de longitud.
Diversas causas han propiciado que la lapa ferruginosa se encuentre en peligro de extinción. El deterioro del litoral ha supuesto una destrucción y alteración de los hábitats favorables para la especie. También constituyen una amenaza el consumo humano o como carnada de pesca, la contaminación y su obtención para coleccionismo. Además, la biología de la especie con una fecundidad muy baja y una fase larvaria muy corta disminuye su capacidad de dispersión y recolonización.
El declive de la especie continúa de manera alarmante y muchas de sus poblaciones están a punto de desaparecer. Es completamente ilegal su recolección y manipulación y se deben denunciar estas prácticas. Su grave situación impulsó en 2008 a la elaboración de la Estrategia para la conservación de la lapa ferrugínea en España.
En el marco del proyecto LIFE IP INTEMARES, está previsto actualizar la estrategia nacional de conservación con objeto de impulsar acciones que contribuyan tanto a la recuperación de la especie, como a la de su hábitat. Para ello, se trabajará con los sectores y agentes implicados en su conservación, entre los que se encuentran administraciones públicas y grupos de trabajo de expertos, con el fin de disponer en 2019 de información actualizada para su gestión y recuperación.
El mayor proyecto de conservación marina
LIFE IP INTEMARES, el mayor proyecto de conservación del medio marino en Europa, persigue conseguir una red de espacios marinos de la Red Natura 2000, gestionada de manera eficaz, con la participación activa de los sectores implicados y con la investigación como herramientas básicas para la toma de decisiones. Está coordinado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Fundación Biodiversidad, el cual actúa también como socio mediante la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar.
Participan como socios el Instituto Español de Oceanografía, WWF-España, SEO/BirdLife y la Confederación Española de Pesca. Cuenta con la contribución financiera del Programa LIFE de la Unión Europea, así como del Fondo Social Europeo y el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca, entre otras fuentes de financiación.
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